BUENOS AIRES.- Una nueva situación de conflicto surgió en las últimas horas entre la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) y Aerolíneas Argentinas, luego de que, según denunció el gremio, la empresa retirara de la mesa de negociaciones una oferta salarial que había hecho de un 35% de incremento.
El titular de APLA, Pablo Biró, consideró que "es evidente" que la empresa quiere "empujar a los trabajadores a un conflicto" luego de "retirar la oferta salarial" e informar que "la política de pasajes con tarjetas de crédito en 18 cuotas y los descuentos para jubilados era una decisión gubernamental".
Frente a este escenario, el dirigente adelantó que este jueves, a partir de las 17, los pilotos volverán a reunirse en la sede del gremio, ubicada en la calle Leziza 4051, del barrio porteño de Almagro, para "evaluar bien toda la situación y definir los pasos a seguir". En tanto, hasta poco después de las 10.30, voceros de la empresa no habían respondido las consultas acerca de las afirmaciones realizadas por el gremio de los pilotos.
Biró consignó que en un encuentro que APLA mantuvo con representantes de la empresa el viernes último, la compañía "dejó en claro que el segundo semestre era muy malo en términos económicos, en especial la previsión que tienen para noviembre, y retiró la oferta salarial del 35% que habían hecho".
Además, el dirigente indicó que durante ese encuentro la empresa también planteó que "la política de pasajes con tarjetas de crédito y los descuentos para jubilados era una decisión gubernamental, con lo cual entendió que es evidente que nos quieren empujar a un conflicto".
Por último, el gremialista sugirió que las autoridades de la línea aérea de bandera pretenden "responsabilizar" a los trabajadores de "los resultados económicos de la compañía y de una política que, claramente, los empleados no manejan". "Estas acciones son tendientes a desprestigiar a Aerolíneas Argentinas ante la opinión pública, para justificar la política de cielos abiertos y el ingreso de las multinacionales 'low cost' que se nutrirían de los empleados de la compañía, volviendo al ciclo de transferencias de activos del Estado a privados, convirtiendo de nuevo a éste en un Estado bobo", concluyó. (TÉLAM)